Nov
17
Domingo
Teatro

Lizy Tagliani

21:00
Teatro Mercedes Sosa


+ DATA
Lizy, Una chica diferente, es un espectáculo para todo público. Con su particular estilo, Lizy nos propone recorrer su historia de vida de una manera desopilante y entretenida, con un repaso desde su infancia hasta la actualidad, pasando por su adolescencia, su familia y su trabajo. 

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Teatro Mercedes Sosa
San Martín 479 - San Miguel De Tucuman
Lizy Tagliani
Nací en una familia compuesta por mi mamá (ama de casa), y mi papá (carnicero) y yo obviamente. A los 7 años ya me disfrazaron con una pollerita escocesa en el colegio en la fiesta del Día de la Raza y dije 'esto es lo mío'. Me senté en el auto frente a mi mamá y mi papá y les dije 'yo me quiero llamar Carla Marina Marconi', no sé de dónde saqué ese nombre". Todos me llaman como mujer, pero en mi documento aún tengo mi nombre: "Antes de ser Lizy fui Luisito. No me jode el nombre de varón, mi DNI sigue diciendo Edgardo Luis porque me da fiaca hacer todos los trámites. Yo no me considero hombre. Me puse Lizy porque mi abuela me decía así". Vivo con mucha naturalidad mi sexualidad. Mi primera relación fue con un hombre a los 18 años y no con quien había sido su novio porque le daban vergüenza sus genitales: "Lo viví como una sitcom. Todo lo conseguí y viví la vida tan naturalmente. No me interesa militar. Todos somos discriminados y discriminadores. Sólo nosotros somos capaces de ponerle freno a una palabra. Me pegaron por ser bocona, pero no por ser travesti. Desde los 13 años que me visto de mujer. Sumado a que no soy muy linda, imaginate las barbaridades que me decían. La mayoría se siente muy atraído por la parte masculina del travesti, pero te tienen que tratar como una mujer". Actualmente, soltera, luego de una relación durante ocho años. Y, tras sufrir en la adolescencia, hoy me siento mucho más segura con mi cuerpo: "No me considero que nací en un cuerpo equivocado, ni que tengo una mujer encerrada en el cuerpo de un hombre. Dentro de las mismas minorías hay mucha discriminación. Hay boliches gay friendly donde los travestis no pueden entrar". "Desde muy chiquita sabía que quería tener tetas y que no quería salir a ejercer la prostitución. Me vi mariquita, muy afeminado y dije 'bueno, me hago peluquera'. Me fue muy bien, empecé de muy abajo. No hice mi fortuna con los famosos, vinieron después. Siempre trabajé en la peluquería. Como era graciosa, me invitaron a un bar a hablar, después a la radio de Santiago del Moro un día y así arranqué", detalló. Ahora que triunfo, recuerdo a mi madre, la persona que más me quiso en la vida: "Siento que mi mamá sigue estando. Me he quedado con mucho para decirle. Siento que todo lo que me está pasando ella de alguna manera me lo deseó".